¡Ah, qué buen tiempo!
Parecía que la primevera se presentaría con todo su esplendor.
Las flores de los árboles de damasco se mostraron hermosas.
Dije: -Ya guardaré la ropa de invierno, colocaré todo eso en el guardarropas, unas bolillas de naftalina para que las polillas no hagan estragos... ¡Y a disfrutar del buen clima!